La Tierra, esa cebolla…

La atmósfera terrestre tiene capas, como la cebolla, y el caso viene a cuento porque a tres de ellas las atravesó como rayo, desde más de 39.000 metros, el paracaidista austríaco Felix Baumgartner para convertirse así en el primer ser humano en romper la barrera del sonido sin ayuda mecánica, aunque protegido por un traje similar al de los astronautas.

Desde un globo elevado con helio, Baumgartner se arrojó desde la estratosfera, una de las cinco capas atmosféricas, situada entre la tropósfera y la mesósfera. Las otras son la termosfera y la exosfera y de allí el espacio infinito. A diferencia de lo que ocurre en sus dos capas vecinas, donde la temperatura disminuye a medida que se asciende, en la estratósfera la mayor altura equivale a más calor. Esto se debe a que allí se encuentra la capa de ozono que retiene y filtra la luz solar.

El 75 por ciento de la mezcla de gases que comúnmente llamamos «aire» se encuentra en los primeros 11 km de altura, desde la superficie del mar. Los principales elementos que la componen son el oxígeno (21%) y el nitrógeno (78%).

La atmósfera también protege a la Tierra de los impactos de los meteoritos, porque los desgasta por fricción hasta reducirlos a tamaños pequeños o destruirlos completamente, salvo que sean muy grandes, como el que cayó en la Prehistoria y provocó la extinción de los dinosaurios y de buena parte de la fauna terrestre.

El paracaidista austríaco debió protegerse tanto de la falta de aire respirable como de la concentración de los rayos ultravioleta y de los brutales cambios de temperaturas que debió afrontar. Su traje también lo protegió de la fuerte aceleración en la que entró al desplomarse a una velocidad de unos 1.300 kilómeros por hora. El deportista austríaco batió además otros dos récords:  el salto con paracaídas desde la mayor altitud y el viaje en globo hasta el punto más alto. Y en mucho menos tiempo que las «Cinco semanas de viaje en globo» de Julio Verne.

A sólo 1.500 metros del suelo,  Baumgartner abrió el paracaídas que le permitió aterrizar sano y salvo pocos minutos después de emprender su «vuelo». Si hubiera sido un proyectil sin paracaídas, con la fuerza del impacto hubiera perforado varias capas del suelo terrestre. Como un «Viaje al centro de la Tierra», aunque Verne lo imaginó de otra manera.

En Aula365 hay películas y muchos otros contenidos multimedia sobre lo que sucede en la atmósfera, los daños que le causa la contaminación ambiental, como la lluvia ácida. También sobre Julio Verne y una peli interactiva sobre realismo y ciencia ficción.

Lo dicho: la Tierra es como una cebolla…como todo planeta y como las estrellas, aunque cada uno tiene sus capas en diferente orden, según las variadas características de los astros.

 Consigna: ¿Qué récord te gustaría lograr?

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Hacían falta vitaminas

Al bioquímico Casimir Funk le preocupaban las enfermedades provocadas por la mala alimentación: fue así que sus investigaciones lo llevaron a descubrir una de las sustancias esenciales para la salud a la que llamó vitamina ¡hace ya un siglo! Y muchísimo antes de la receta que cantaba la banda de rock Soda Stereo.

Como dice la canción, «Te hacen falta vitaminas» para evitar o curarte de enfermedades como el escorbuto, el beriberi o la pelagra, todas causadas por deficiencias alimentarias.

Suele ocurrir: una pequeña cosa dio lugar a un gran descubrimiento. En este caso fue un grano de arroz ¿con cáscara o sin cáscara?, ésa fue la cuestión. En experimentos con palomas, Funk descubrió que una de las sustancias presente en la cáscara del arroz curaba o prevenía el beriberi, enfermedad habitual en poblaciones cuya dieta se basa en el consumo de ese cereal descascarillado.

Fue así que en 1912, le dio a esa sustancia el nombre de vitaminas, en referencia a los términos latinos vita (‘vida’) y amines (grupo de compuestos químicos que contienen nitrógeno). Se equivocó al creer que todas las sustancias esenciales para la salud eran de la familia de las amines, pero la palabra vitaminas se mantuvo. La sustancia descubierta por Funk era la tiamina. Aislada en forma pura quince años después, esa sustancia se conoce hoy con el nombre de vitamina B.

En Aula365 tenemos preparados películas interactivas y otros contenidos sobre los alimentos, la prevención de enfermedades y el cuerpo humano.

Funk (1884-1967), nacido en Polonia y radicado en Estados Unidos, determinó que tan sólo un 1 miligramo de vitamina B bastaba para prevenir el beriberi, una enfermedad que causa dificultades para respirar y para caminar,  hinchazón y confusión mental, según los casos.

En sus experimentos con las cáscaras de arroz también logró aislar el ácido nicotínico o niacina, que sirvió para curar la pelagra, enfermedad que provoca cansancio, dificultad para conciliar el sueño, pérdida de peso y lesiones en la piel.

Gracias a Funk este mal se cura con la vitamina B3…¡Sí, es la niacina! Y partir de sus investigaciones,  sucesivos descubrimientos científicos hicieron que hoy contemos con 13 tipos de vitaminas.

Esta historia que comenzó con la cita de una canción de Soda Stereo también tiene un cierre musical: Se llama Funk a un género bailable que nació entre mediados y fines de los años 1960 en Estados Unidos.

Consigna:

¿Cuáles son los alimentos que más te gustan para cuidar tu salud? 

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El creador de la tabla soñada por la ciencia

En la Antigüedad fueron Agua, Tierra, Aire y Fuego, pero el cada vez mayor conocimiento de las sustancias hizo que su clasificación fuera ¡un rompecabezas!…hasta 1869, cuando el químico ruso Dimitri Mendeleyev publicó los principios de la Tabla Periódica de los Elementos y resolvió así un problema que desvelaba a los científicos.

Dicen que Mendeleyev (1834-1907) soñó su famosa tabla. De lo que no hay dudas es que le llevó muchos años hallar la solución soñada por la ciencia. Fue un hombre perseverante, un trabajador incansable y algo gruñón.

Lódica de los Elementos catalogó  todas las sustancias conocidas a fines del siglo XIX de acuerdo a sus pesos atómicos, características y semejanzas.

Esta organización fue clave, porque previó espacios vacíos ocupados por sustancias descubiertas luego de la clasificación ideada por el químico ruso. Tal es el caso del galio, también llamado eka-aluminio, y el germanio, en el grupo de los metales. El helio, cuyo descubrimiento sorprendió a Mendeleyev, pasó a ocupar su lugar entre los gases nobles.

La tabla de Mendeleyev es uno de los sustentos básicos de la ciencia. En Aula365 hay fichas y contenidos multimedia sobre las mezclas y soluciones químicas, las propiedades del agua y los elementos naturales, entre muchos otros.

Mendeleyev, nacido en Tobolsk,  histórica capital de Siberia, se lo considera uno de los grandes genios de la ciencia. Sus colegas le reprochaban cierto mal carácter, porque gruñía y hablaba consigo mismo, a veces a los gritos. Él respondía que sus gruñidos y gritos lo mantenían a salvo de enfermedades provocadas por los nervios.

Durante su larga carrera académica no sólo demostró ingenio para resolver el rompecabezas de la química sino que otros trabajos suyos contribuyeron al desarrollo de la industria, la agricultura y ganadería.

Consigna:

 ¿Qué creés que hace falta ordenar en una clasificación?

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Un jardín para pintar

La grandiosidad de la Naturaleza siempre ha sido fuente de inspiración artística, pero el pintor francés Claude Monet (1840-1926) se dio cuenta que a él sólo le hacía falta cultivar un florido jardín ¡y así se convirtió en uno de los máximos exponentes del impresionismo!.

 Monet encontró su lugar en el mundo en 1883, a mitad de su carrera artística, cuando las penurias económicas lo llevaron a mudarse con su familia a Giverny, una localidad de apenas 276 habitantes a las afueras de París, donde a mediados de 1860 había logrado exponer con relativo éxito algunas de sus primeras obras.

En Giverny,  en la campiña francesa, el artista alquiló una casa de color rosa con ventanas azules e instaló el taller en un granero de la zona oeste del pueblo. A los 43 años, su jardín y una gran huerta fueron sus lugares favoritos para inspirarse y crear muchas de sus obras más reconocidas.

¡Fue así como un jardín entró en la historia de los grandes maestros de la pintura!

A veces resulta sorprendente cómo los artistas encuentran su fuente de inspiración e incluso influyen en otros campos de la Cultura. El escritor francés Marcel Proust fue uno de los grandes admiradores de Monet y del impresionismo en general.

En Aula365 hay un montón de contenidos de todo tipo sobre la historia de la pintura, grandes artistas y Literatura.

En 1890, gracias a las ventas de sus obras, Monet compró la casa que alquilaba e invirtió mucho dinero en ampliar su propiedad y en el cuidado de su jardín. A esas alturas, el jardín era tanto fuente de inspiración como de conflictos con los vecinos, que temían que las plantas exóticas que plantaba el artista pudieran envenenar al ganado.

La principal sospechosa era la RuelliaTuberosa, una planta de bellas flores color lila oriunda de México y Centroamérica.

 Monet desarrolló el concepto de «serie», en el que un motivo es pintado con distintos grados de iluminación: así mostró su talento para captar la luz a diferentes horas del día en un punto determinado.

 Ya en 1870 Monet había participado en exposiciones de arte impresionista junto a otros grandes exponentes de esa corriente artística: Pierre-Auguste Renoir y Edgar Degas. Pero el jardín de Giverny fue sin dudas la fuente de inspiración que llevó a Monet a ocupar un lugar entre los grandes maestros de la pintura.

 ¿Qué opinás sobre la pintura? ¿cuál es el pintor que más te gusta?

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Ni conejos ni manteles: ¡servilletas! – El gran invento de Leonardo

La  grasa y restos de alimentos o bebidas  no tienen por qué ir a parar a la suave piel de los conejos ni a los manteles gracias a Leonardo Da Vinci, que inventó la servilleta.

Pero tuvo que imponerla en la mesa de su protector, Ludovico Sforza, hace 522 años, en una época en la que al genio florentino se dedicó a la gastronomía.

A Leonardo le disgustaba que el «señor Ludovico», gobernador de Milán y apodado «el moro», limpiase su cuchillo en los faldones de los manteles y las manos en conejos adornados con cintas de colores, a los que ataba a la sillas para que también sirvieran a los invitados a su bien surtida mesa. Da Vinci les mostró sus dotes de artista…¡de la cocina!:  ideó la «brocheta de orejas de cerdo», el «pastel de cabeza de cabra» o los «medallones de anguila», entre otras recetas.

En unos cuadernos escritos entre 1481 y 1500 aparecen las recetas de cocina y reglas de Leonardo para el servicio de mesa. ¿Por qué no usar pequeños paños para que los comensales se limpien boca y manos?, se preguntó este genio del Renacimiento. Y así nacieron las primeras servilletas.

En Aula365 tenemos preparadas películas interactivas, resumenes y otros contenidos sobre el Renacimiento, además de historietas  sobre Da Vinci y otros genios e inventores.

¡La servilleta debutó con un fracaso!. Esto se sabe gracias a Pietro Alemanni, embajador de Florencia en Milán, quien en julio de 1491 informaba que «con gran inquietud del maestro Leonardo» nadie supo «cómo usar» el pedazo de paño que se les ofreció a los comensales.

Algunos se dispusieron a sentarse sobre él. Otros se sirvieron de él para sonarse las narices. Otros se lo arrojaban como un juego. Otros aun envolvían en él las viandas que ocultaban en sus bolsillos», apuntó el diplomático acerca de las andanzas de Da Vinci, que había dejado de dedicarse a la pintura y otras artes para hallar «una solución a os problemas del mantel» de Ludovico, cuya «suciedad» causaba gran preocupación al genio florentino.

¿Qué problema de la vida cotidiana te gustaría solucionar? Haz clic aquí:

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